Voy a comprar una tele barata, ¿qué características no pueden faltar en mi TV?
Comprar un televisor barato para el salón, el dormitorio o la cocina es una decisión importante, independientemente del dinero que te vayas a gastar en tu futura TV. Tanto si buscas una segunda tele para tu hogar, como si quieres un modelo barato para ver series y películas, en esta guía te damos todos los consejos que debes tener en cuenta para comprar la mejor.
Si últimamente te ronda la cabeza cambiar de televisor, te habrás dado cuenta de que existen opciones y precios para todos los gustos. Dependiendo de tu nivel de exigencia, puedes encontrar televisores por menos de 200 euros, o por más de 3.000 euros.
Dado que los segundos no están al alcance de todo el mundo, vamos a centrarnos en los primeros, en los televisores más baratos y asequibles que, al fin y al cabo, son los que terminan siendo los grandes superventas.
Si quieres comprar una tele barata, deberías tener en cuenta estas características que no pueden faltar en tu TV.
¿Qué características no pueden faltar en mi futura TV barata?
- Tamaño adecuado y resolución Full HD
- No todos los HDR son iguales
- Plataforma Smart TV actualizada y con amplio soporte
- Conectividad completa
- Compatible con sonido envolvente
Tamaño adecuado y resolución Full HD
El tamaño de la pantalla es una de las características más visibles del televisor y, sin embargo, es una de las que menos se acierta.
En la mayoría de los casos, el usuario todavía está influenciado por el antiguo baremo de los televisores de tubos catódicos para calcular el tamaño adecuado de la pantalla en función de la distancia y renuncian a comprar un televisor de gran pulgada por miedo a que sea demasiado grande.
Si vas a ver el televisor desde una distancia cercana a los 2 metros, fácilmente podrías instalar un televisor de 55 pulgadas y verlo en perfectas condiciones, siempre que el espacio en el mueble de tu salón lo permita.
Tamaño de pantalla | Distancia óptima Full HD | Distancia óptima 4K UHD |
---|---|---|
25 pulgadas | 0,98 m | 0,46 m |
30 pulgadas | 1,16 m | 0,52 m |
35 pulgadas | 1,35 m | 0,61 m |
40 pulgadas | 1,56 m | 0,71 m |
45 pulgadas | 1,74 m | 0,8 m |
50 pulgadas | 1,93 m | 0,89 m |
55 pulgadas | 2,14 m | 0,98 m |
60 pulgadas | 2,32 m | 1,16 m |
65 pulgadas | 2,5 m | 1,25 m |
70 pulgadas | 2,72 m | 1,35 m |
Esta reducción de las distancias de visualización responde al aumento en la resolución. Con los televisores de antaño, con resoluciones de 575 líneas, si el espectador se situaba muy cerca de la pantalla podía llegar a distinguir los píxeles en un televisor de gran formato.
En cambio, al contar con mayor resolución, los píxeles se han reducido considerablemente, por lo que pueden verse desde distancias más cortas con una calidad muy alta. Esto nos lleva a la segunda característica a tener en cuenta: la resolución.
El auge de las resoluciones 4K ha barrido de los escaparates a los modelos con Full HD, que ahora han pasado a ser casi anecdóticos.
No obstante, si encuentras una buena oferta en televisores con resolución Full HD, todavía continúa siendo un formato muy válido para la mayoría de los usos.
Para empezar, si solo vas a usarlo para ver los canales de la TDT, una resolución Full HD es más que suficiente ya que estas emisiones son en HD 720p.
Por otro lado, en determinados casos, una mayor resolución no siempre es sinónimo de calidad. Es preferible elegir un televisor Full HD de gama alta que, por motivos de liquidación de stock esté en oferta, que un televisor con resolución 4K de gama baja.
Al final, la mejora en la experiencia visual y el procesado de las imágenes que proporciona un modelo Full HD de gama alta hace que merezca la pena sacrificar algo de resolución si el precio es adecuado.
No todos los HDR son iguales
A estas alturas la mayoría de usuarios sabe que el HDR es una de las características que no pueden faltar en su TV. Por ello algunos fabricantes se han lanzado en tromba a incorporar la etiqueta “HDR” a la lista de especificaciones de sus televisores.
El HDR consiste en la ampliación del espacio de color que permite representar la pantalla del televisor de forma que exista una mayor cantidad de tonos entre los colores más claros y los más oscuros.
Para lograr este espacio de color ampliado son necesarios dos factores que están relacionados entre sí. Por un lado, la profundidad del color que permite representar la pantalla, y por otro lado la cantidad de brillo que puede emitir.
Cuando hablamos de un televisor barato, asumimos que las prestaciones de los componentes que lo forman no son los más potentes del mercado por lo que, muy probablemente, la pantalla no será la mejor del momento.
Eso significa que, en lugar de ofrecer una profundidad de color de 10 bits, estándar recomendable para disfrutar de un HDR de calidad, la pantalla contará con una profundidad de 8 bits o algún sistema de interpolado (FRC o Frame Rate Control) que intenta emular el comportamiento de 10 bits con solo 8 bits.
¿Y tan importante es que el panel de un televisor sea capaz de mostrar una profundidad de color de 10 bits en lugar de 8 bits? Pues lo cierto es que sí ya que un panel de 8 bits permite representar 16,7 millones de colores mientras que uno de 10 bits eleva esa cifra hasta los 1.000 millones de colores. Esto es fundamental a la hora de mostrar degradados de color suaves y progresivos.
En lo referente al brillo, los colores que muestra el panel se obtienen a base de añadir o restar luz a cada píxel por lo que, a mayor potencia lumínica, mayor cantidad de tonos de color podrá reproducir. Una de las unidades medida más utilizada para cuantificar el brillo son los nits. A mayor cantidad de unidades nits mayor brillo será capaz de representar esa pantalla.
De promedio, los televisores de gama media acostumbran a tener entre 500 y 700 nits, mientras que en los de gama alta la cifra puede alcanzar fácilmente los 1.000 nits o incluso más.
El principal problema de los televisores de gama de entrada, los televisores más baratos, es que aunque en sus cajas lucen los anagramas de HDR y efectivamente son compatibles con algunos de los formatos HDR más habituales, están equipados con paneles de 8 bits y ofrecen niveles de brillo que difícilmente alcanzan los 400 nits.
Por lo tanto, antes de fiarte ciegamente del logotipo HDR impreso en la caja, asegúrate de que el panel ofrece una profundidad de color y un brillo adecuado. Si el modelo en oferta no cumple con estos mínimos, el HDR deja de ser una característica a tener en cuenta a la hora de elegir tu televisor ya que apenas apreciarás diferencia al activarlo.
Plataforma Smart TV actualizada y con amplio soporte
La plataforma Smart TV es mucho más una la puerta de acceso a Internet para tu televisor, supone el HUB de conectividad que determinará en gran medida tu experiencia de uso.
Los contenidos de música, vídeo y videojuegos en streaming, aplicaciones multimedia, juegos nativos e incluso la fluidez de navegación entre los menús del televisor dependen de la plataforma Smart TV o, dicho de otra forma, del sistema operativo del televisor.
Disponer de una plataforma de Smart TV adecuada es una de las características que no pueden faltar en tu televisor.
No todas las versiones de los sistemas operativos o de hardware son compatibles con las apps de contenido que muy probablemente querrás usar, como por ejemplo Netflix, Amazon Prime Video o HBO, por lo que antes de elegir un televisor barato, asegúrate de que su plataforma de Smart TV es compatible con estas aplicaciones, y que están disponibles en sus respectivas tiendas de apps.
Conectividad completa
En un entorno tan hiperconectado como el que actualmente podemos encontrar en cualquier hogar, es casi imprescindible contar con una buena batería de conectores y tecnologías de conexión inalámbrica en tu televisor, por lo que es una de las características no pueden faltar en tu TV si tienes pensado comprar un televisor barato.
No basta con que el televisor incluya un par de puertos HDMI, estos pueden ser del todo insuficientes si le conectas una consola, un decodificador de TV (necesario para servicios de TV por internet como Movistar+) y un sistema de sonido, por lo que conviene tener en mente qué dispositivos tienes previsto conectar al televisor antes de elegirlo.
Además, también debes tener en cuenta el tipo de conector que incluye ya que, por ejemplo, no es lo mismo un HDMI 1.4, que uno 2.0 con función eARC o HDMI 2.1. Esto cobra especial relevancia a la hora de reproducir contenido en calidad 4K o con sonido digital Dolby o DTS.
De la misma forma, tampoco es lo mismo que el televisor incluya algunos puertos USB 2.0 para conectar un disco externo desde el que reproducir contenido, que uno USB 3.0. Las diferencias se dejan notar a la hora de reproducir contenido pesado como archivos de vídeo en calidad Blu-Ray.
Tampoco debe faltar la conectividad inalámbrica en la que no puede faltar el soporte para conexiones Wi-Fi de doble banda que, a su vez, trae implícita otras tecnologías de conexión.
Algunas de estas tecnologías son Miracast o Chromecast integrado en el propio televisor, que te permite compartir contenido directamente desde tu smartphone, tableta o portátil con solo pulsar un botón.
También es importante contar con una conexión Bluetooth ya que esta te permitirá conectar un teclado, un mando de juegos o unos auriculares inalámbricos a tu televisor, haciéndote más cómodo su uso.
Compatible con sonido envolvente
El sonido es una de las grandes asignaturas pendientes para todos los televisores en general debido al escaso espacio que dejan para los altavoces unos diseños tan esbeltos.
Los fabricantes echan mano de mil y una técnicas para tratar de mejorar la calidad del sonido, pero al tratarse de un televisor barato, es más que te probable que no equipe las últimas tecnologías de sonido.
Por lo tanto, te interesará que, aunque el televisor no sea capaz de reproducir un sonido de calidad desde los propios altavoces internos, sí pueda gestionar y procesar algunos de los formatos de sonido digital para en el futuro poder conectarle una barra de sonido o un sistema de altavoces externos y reproducirlo con mejor calidad.
Cada fabricante implementa una propuesta distinta para el sonido envolvente simulado, pero lo realmente interesante es que el televisor soporte el mayor número de formatos de audio digital Dolby y DTS.
Los más habituales son el Dolby Digital Plus y DTS HD, aunque dependiendo de la gama del televisor empiezan a incluir los formatos Dolby Atmos y DTS:X que entregan un sonido más envolvente.
El precio es importante al comprar un televisor barato, pero centrarse solo en él no tiene muy buenas consecuencias finales. En ocasiones tal vez merezca más la pena pagar unos euros de más (no hace falta que sean muchos más) y comprar un televisor que realmente cubra tus necesidades y te ofrezca una buena relación calidad precio.
Siguiendo estas indicaciones a la hora de comprar un televisor sabrás reconocer cuando te encuentras ante la oferta real de un televisor barato y cuando su bajo precio está justificado con unas prestaciones que no están a la altura.
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